Turismo
Euskotren gestiona el funicular de Larreineta que, con sus dos únicas paradas, tiene una doble función, por un lado como transporte público para las personas residentes en la zona y por el otro como reclamo turístico para Trapagaran.
El funicular en sí mismo es ya un atractivo por el espacio natural en el que se sitúa, por su peculiar trazado (1.198 metros) y por su plataforma horizontal, que lo hace diferente al resto de los existentes en Europa. De hecho, en julio de 2014 el funicular fue declarado Bien de Interés Cultural, lo que le otorga un grado específico de protección para preservar su conservación.
Originariamente, en 1926, el funicular de Larreineta fue concebido para transportar mercancías y abrir un acceso hacia la montañosa zona minera de La Arboleda. Hoy por hoy, además de servir de medio de transporte indispensable para las viviendas de la zona, el funicular es fundamental para la promoción turística de Trapagaran. Ya desde el funicular las vistas son espectaculares: la bahía del Abra, las laderas montañosas, escombreras de la antigua actividad minera… Y al llegar a la cima de Larreineta se pueden contemplar incomparables vistas sobre Bilbao, su ría, el mar, sus caseríos…
A poco más de un kilómetro de la parada superior del funicular (Larreineta) se encuentra La Arboleda y medio kilómetro más adelante el Centro de Interpretación de Peñas Negras. Durante el recorrido a pie y al pasear por los caminos balizados de Peñas Negras se pueden observar restos de las antiguas explotaciones mineras, que cerraron hace ya un cuarto de siglo, y que han dado paso hoy a espectaculares lagunas, como El Negro y Ostion, junto a las que proliferan espacios para disfrutar de la naturaleza.